26.11.08

La segunda flexión

He aquí uno de mis últimos trabajos finales. Es verdad, los más lames son los que más hueva me da hacerlos. No pretendo mucho con este post, solamente expresar a duras penas (y sin ser este uno de mis mejores trabajos) mis últimos días en la universidad. Aquí va, pues, el último trabajo de la materia Introducción a la Profesión. El antepenúltimo trabajo de mi historia itesiana.

Reflejo. Reflexión. Reflejarme.

Cuatro y medio años después, y no he cambiado mucho. La palabra correcta es evolución, la cual implica un sinfín de cosas que, probablemente, no pueda enlistar en esta página blanca. Igualmente, no pretendo enumerar ni viñetar cada una de las cosas que he aprendido en cada una de las materias que he cursado. Para nada.

Nunca me han gustado las despedidas y las recapitulaciones regularmente forman parte crucial de éstas. ¿Será que es difícil agrupar una serie de errores, fortunas, anécdotas y sensaciones que he vivido en este lugar? ¿Será que he aprendido tanto que –en realidad- he aprendido muy poco… De él, de ella, de ustedes, de ellos, de todos… De todo? ¿Será que con mexicana alegría puedo voltear para atrás y decir: “gracias y hasta pronto”, o no voltear y punto? ¿Será que en realidad esta etapa es sólo un puente grandioso y divertido, estresante y emocionante, ridículo e íntegro? ¿Será que fui un número más, como yo sabía que sería desde que entré aquí, sólo seis seis cinco seis siete?

Pero, ¿qué aprendí realmente? Eso es una pregunta excesiva y ambiciosa de responder. Es una pregunta fuerte, relevante e imprescindible en esta etapa de mi vida. Es una pregunta sin respuesta concreta o con un número extenso de éstas.

Y me piden hacer una reflexión. Reflexión es la acción de reflejarse, ¿no es así? No tengo idea dónde, cómo, ni para qué me reflejo. La reflexión que me nace es recordar y sonreír (o pensar, o llorar, o sufrir, o entristecerme, o solamente estar); recordar una sensación, más que un dato; un aprendizaje, más que una teoría; una esperanza, más que una situación concreta y comprobada; un momento, más que una fotografía; bien dicen que recordar es vivir.

Y ya me puse nervioso al redactar esto, pero no por lo que será, sino por lo que fue. No por lo que viviré, sino por lo que viví. No por lo que seré, sino por lo que fui. Ya me dijo muy bien una profesora: “somos como somos por lo que hemos sido”. ¿Qué he sido? He sido una persona que trató de absorber cualquier cosa que vivió durante estos cuatro años y medio de mi vida, que me han dejado con un excelente sabor de boca (gracias a los múltiples litros de cafeína y tabaco); he sido una persona que vivió a la par de muchas otras, varios cambios en su vida; una persona que se cayó demasiadas veces y se levantó la misma cantidad (con ayuda de varios); una persona que vivió, sobrevivió y supervivió la universidad per se –con todas sus implicaciones- y nada más.

Siempre he sabido que los aprendizajes no sólo se conjugan en el aula, sino fuera de ésta. Y ahora el corazón late cada vez más rápido: recuerdos, vivencias, sonrisas, tristezas, corajes y varias cosas que me han marcado en esta etapa, las cuales me llevaré fuera de este campus (siempre y cuando mi alzheimer prematuro me lo permita).

La verdad es que a estas alturas para lo último que me quedan ánimos es para hablar de mi vida aquí. Esta universidad me dejó unas enormes ojeras, una cantidad suficiente de aprendizajes aprovechables y unas cuantas personas que valen la pena para seguir tratando en un futuro. La suma de todos esos factores es igual a esos cuatro años y medio de este seis seis cinco seis siete.

Finalmente todos actuamos por conveniencia –no se entienda ésta como un término negativo solamente- y por esta razón realizamos todo en nuestro proceso de vida. Por conveniencia y nada más fui, soy y seré una persona que dejó mucho y se lleva más cosas de algunos y de todo esto que fungió como recinto escolar (unas veces más que otras, pero…). ¿Ahora qué me queda? Seguir adelante con mi licencia de comunicólogo por el resto de mis días, sólo para voltear atrás y decir: oh, ITESO, cuánto te invertí y ¿cuánto me dejaste?

19.11.08

Voy a escribir algo profundo






Subsuelo.












Hahaha me robé el chiste y me vale.

Ya soy otro

Mutilé una parte de mi cara con una navaja y ahora soy otra persona.

Todos dicen que me veo diferente, adjetivando mi situación.

Algunos hasta se burlaron de mi.

Jo jo jo.

18.11.08

Finally

...significa "finalmente" haha. Pooos aquí les dejo pa que los chequen, por fin, nuestro trabajo final de Observatorio de la Comunicación II (así, con todas sus letrotas). 

Súbanle todo el volumen y destrócenlos (al cabo que no le hayan):


Canal de los Clichés



Canal del Entretenimiento



Canal de los Remakes


Sale, bye.


* Háganme el paro de postearlos en sus blogs, no sean gachos, 
es nuestro único medio de difusión porque (por obvias razones) 
no se pueden pasar en el programa del ITESO. Gracias varias.

16.11.08

Vedurías (título dedicado a Sara jojo)

He estado rete atareado. Lo peor es que una materia no me ha dejado notar la diferencia de "orita casi no tengo tarea" a "estamos en finales": Observatorio de la Comunicación II (no uno, dos). Es una materia que básicamente consta de monitorear medios de comunicación, procesar datos y finalmente difundirlos de una manera "original" y "criaaativa". Pos todo el semestre la maestra ha estado tarea, tras tarea, tras tarea, tras ensayo-te-pongo-cinco, tras tarea, tras ensayo-que-le-dedicas-trece-horas, y así, edá? 

Pos ora resulta que hemos estado haciendo el trabajo final, un proyectillo por ahí que pronto subiremos al cyberespacio (haha meh) pa difundirlo y que la gente lo vea y lo destroce con todas sus garras. Yo estoy más que viciado en eso así que ya no sé si está re malo o pasa la prueba de comunicólogo-de-noveno-semestre-que-será-desempliiiado-prontirijillo. Ya lo verán luego.

Le he dedicado varias desveladas y -por lo tanto- ojeras, definitivamente necesito este producto (me vale que sea banal y superficial). Alguien regálemelo, está re caro el cabrón. Me pasa que veo y veo y veo y vuelvo a ver el trabajo, nomás pa ver si le quito, le pongo, le muevo, le modifico, blah. Total que estoy ahí horas (literalmente) pendejeando y a veces no sé si lo arruino o lo mejoro. No así con los trabajos escritos, esos solamente los escribo una vez y no los releo pa corregirlos, no me gusta releer cuando voy a entregar porque me pasaría lo mismo que en los anteriores. Pero este es un caso de video, ergo, hay que dedicarle harto: editar sonido, imagen, bajar videos de YouTube de contrabando, imaginar que Televisa te puede demandar por uso ilegal de imagen y audio, you know, lo de todos los días.

Anyway, estoy desvelado, cansado, ahuevonado pero con un trabajo apunto de publicarse en la red. Ahora me quedan otros más, incluyendo uno que me da hartísima hueva de una materia que no quiero nombrar (cofFeyCulturacof) y no mencionaré mi triste historia dentro de esta tortura. Sólo piensen que soy ateo y esta materia me ha hecho todavía más (si es que se puede). Hasta al Dalai Lama leí, bien culto yo (jojo). So, una vez que termine los últimos detalles, terminaré con uno pa continuar con otros dos mañana. Mi próximo post contendrá el video y otras cosas de las que hablaré.

Espérenlo! (o no)

11.11.08

"¿Te da miedo?"

Uy uy uy, señores, otra joyita anotada para los BS's que Televisa nos brinda. Parte de la campaña que se traen, está priceless, más que la anterior!


Señor 1 - Le tengo miedo al miedo
Señor 2 - ¿?
Señor 1 - ...
Señor 2 - A mi me da más miedo la ex-convicta Gloria Trevi
Señor 1 - ¿Cómo te va a dar miedo, si trabajar es lo que ha hecho toda la vida?
Señor 2 - ...
Señor 1 - ...
Señor 2 - Me das miedo, Teresa

Lo mejor: La bandera de México ilegalmente utilizada (claaaro que sí, con la voz de los niños de fondo, era un must); la descripción del beso a los hijos.

Lo peor: Gloria Trevi y Galilea Montijo con sus aires de pureza.

Ora sí que tengo miedo.

Ligia, seriously?

8.11.08

This is lame

No me puedo dejar de reir cada que me acuerdo (jiji). Total que estaba aburrido en clase de irrelevante-el-nombre y que me meto al MSN -como dato cultura, procuro no abrir mi computadora en clase porque pues es una falta de respeto... ajá, ora me valió madres- y veo el sub-nickname de una prima, decía algo bien cagado que enseguida pondré. Me recordó a mis chistoretes de primaria estúpidos y que ahora recuerdo y regularmente me dan risa. Y más cuando estoy simple (que es muy seguido-seguidillo haha).

Al principio dije: "meh, ¿eso qué?", dos segundos y me río. Ok, ok, lean la siguiente frase, posteriormente cambien toooodas las vocales por "a", luego por "e" y así. Jijiji, no sé por qué me da tanta risa! Es una pendejada pero me vale, no estoy para escribir cosas culturosas-pseudosabihondas-intelectualiodes. Blah.

La frase es la siguiente:

Mi moto alpina derrapante.


Baaah bye!



4.11.08

Chronique

Uuuy pos ora que estaba viendo archivos viejos me topé con esto. Ehm... Es una crónica que me pidieron pa una clase, hace casi dos años, y fue lo primero que se me ocurrió. Está dos tres ruca pero lo que me impresiona es que sigue en su gran mayoría vigente. Damn it! Ahílesva:

Seis de la tarde. Me encuentro sentado en mi silla azul, frente a mi computadora, pensando –literalmente- en la inmortalidad del cangrejo. El cúmulo de tareas no ha sido suficiente para aumentar en demasía mi nivel de estrés.

Iniciando sesión. Online. Estoy "conectado al mundo". ¡Estoy en linea! ¿De qué me sirve eso? Parece que ahora estoy vinculado a los demás. Estoy en comunicación. Hay veces que siento que lo que menos estoy, es comunicado. Y seré comunicólogo. Amén. Ausente.

Siete de la tarde. MySpace no es tan maravilloso como lo plantean. 206 entradas a mi perfil. ¿Y de qué me sirve que aguien vea lo que supuestamente soy? Muevo el mouse. ¿Qué tal un solitario? Ok. Gmail, Hotmail, ¿qué más da? Click.

Veo el reloj. El sol se mete al oeste cada vez más rápido. Él no tiene internet, y no está online. Creo que empezaré a ver la televisión. Una ventanita se levanta en la parte inferior derecha de la pantalla. "¿Qué onda? ¿Mucha tarea?". No responderé. Finalmente no es tanta. Finalmente le vale y me vale. Quince para las ocho. Creo que debo editar video. Pero sólo creo, no estoy seguro. Debería preguntar. Debería hacer muchas cosas…

Otro cigarro. Carajo, se fue el internet, para variar. Ocho y media. Nadie me habla y no le hablo a nadie. Aun así, estoy histérico porque no tengo internet. No lo necesito para nada, pero le estoy gritando por el teléfono al tipo de la empresa, desquitando mi falta de "comunicación". Escúchenme, por favor. No estoy ausente.

Nueve de la noche. Me vale. Es hora de ver televisión. Grey's Anatomy. Ya vi ese capítulo, pero no me importa. Prefiero vivir la vida de unos personajes, que la mía. Quiero estar online, pero no lo estoy. Quiero vivir mi vida, pero estoy frente a las pantallas.

Por fin, regresó el internet. Online. Cinco, diez, quince minutos. Nadie me habla. Reviso mis listas. ¿A quién le hablo que realmente me caiga bien? A muchos de mis contactos les hablo una o dos veces al año. ¿Y qué? ¿Y por qué?

Tarea y más tarea. Me da hueva. Quiero ser creativo y no puedo. Quiero ser innovador, pero no lo logro. Solamente quiero terminar la puta tarea y punto. Busy.

Once y tres. Claro, CSI. Asesinato e investigación. ¿Mi tarea? Que se espero un poco mientras ceno y veo el Sony. Chale, ya vi ese capítulo. Igual que el de hace una, dos y tres horas. Ya me aprendí toda la pinche temporada. Ya tengo MySpace. Estoy online. ¡Por favor! Necesito comunicarme.

Click, click, doble click. Zapping y más zapping. Varios "holas" y "¿cómo estás?". Preguntas de siempre. De rutina. De esas que respondes sin pensar. Ya basta. Messenger – Quit. Shut down. Aceptar. Click final. Computadora apagada. Doce de la noche. Tengo un extraño sentimiento. Quiero volver a prender la computadora. Ya no, es suficiente por hoy.

La televisión, después de un extenso zapping y de encontrar algo que me "agrade", se quedará prendida hasta que me duerma. Dos de la mañana. Volume down. Ay, la alarma del celular. ¿Alguien me envió un mensaje? No, esa es otra historia. Sleep 90. Offline.